
04 Nov Feria de Pollensa y feria de artesanía
Ferias en la isla: la auténtica cara de Mallorca
A finales de octubre termina la temporada en Mallorca, y con la bajada de temperaturas la afluencia de turistas en Pollensa y Puerto Pollensa también baja, hasta que la tranquilidad vuelve a estar presente. Pero el que piense que ahora la gente dejará de salir, está bien equivocada. Porque con la entrada del otoño, llegan las ferias y la de Pollensa es tradicionalmente una de las más grandes y famosas de toda la isla. “Firar-se”, como los mallorquines llaman al acto de pasear y comprar por las ferias, puede ser una experiencia muy enriquecedora. No solamente porque a lo mejor uno puede conseguir una ganga, sino porque es una de las mejores maneras de conocer una región, sus tradiciones, su artesanía y su gastronomía.
La Feria de Pollensa: una feria con historia y encanto
Como grupo de restaurantes en Pollensa estamos muy orgullosos y agradecidos de estar en este pueblo. Porque la feria de Pollensa es una de las más grandes y más concurridos de toda la isla. Además, es una de las más tradicionales y antiguas, la primera fecha documentada se data en el año 1784, pero por otras fuentes se sabe que se lleva celebrando desde mucho antes. La feria se celebra el cuarto domingo después de Sant Lluc (18 de octubre) y suele caer durante el segundo fin de semana de noviembre. Tradicionalmente el día de la feria es el domingo, aunque el mercado y los actos tienen lugar de sábado a lunes. El martes también llamado “firó”, solía cerrar la feria, pero este día ya no existe. En 1984 se añadió la “Feria de Artesanía” para hacer la feria aún más atractiva. Esta feria se celebra en el Claustre de Santo Domingo y normalmente comienza el viernes por la noche.
Un fin de semana lleno de alegría y diversión para toda la familia
Antes el referente de compras y ventas más importante para los campesinos y payeses, la feria se ha convertido en un espectáculo para toda la familia, porque el sábado y domingo se llena de actividades de ocio. Al mismo tiempo no se olvidan las raíces y orígenes de la feria, es decir, para que servían originalmente. Estos dos días, los pollensines y visitantes pueden disfrutar de la exhibición de animales, así como de actos culturales, conciertos, talleres de artesanía y teatro. Además, también se celebran concursos de todo tipo, por ejemplo, fotográficos, lúdicos e incluso de perros pastores.
Lo bonito de la feria es la mezcla que hay tanto entre el comercio y el ocio como de las costumbre y actos más modernos. En general se puede decir que la feria vive de la participación de los ciudadanos y es por eso que es la mejor oportunidad para llegar a conocerlos.
Comer en Pollensa durante los días de la feria
Tanta actividad y tanto bullicio hacen que nos entre el hambre. Es cierto que por muchos sitios hay pequeños puestos de mercado de comida, pero muchas veces preferimos sentarnos un rato antes de volver a la diversión. Durante el día, lo que mejor pega es algo pequeño como son las fantásticas tapas de La Sastrería, que se encuentra en pleno centro de Pollensa, por lo que no hará falta irse muy lejos para comer un snack. Durante la noche, podéis disfrutar de una sabrosa cena en el Spira acompañada por los mejores vinos, ¿tal vez alguno que habéis probado en la feria? También podéis venir con toda la familia a Pizzería Obris, donde seguramente cada uno encontrará su pizza favorita, y os prometemos que vuestro día en la feria de Pollensa tendrá un final feliz.